Aquellos gorditos asesinos…

Por algún extraño motivo no hicimos nunca un informe acerca de los crankbaits, esos gorditos tan efectivos a la hora de pescar a señuelo. Tal vez el motivo por el que los omitimos haya sido su facilidad de uso, por cierto casi elemental. Curiosamente, hoy es la razón que nos anima a escribir sobre ellos: pensando en los nuevos señueleros, en los que recién empiezan y al revolver en las cajas tratando de determinar el tipo de señuelo más “fácil” de usar, es que traemos a la luz los crankbaits.

¿Por qué digo que son fáciles de usar?  Porque no requieren demasiado trabajo por parte del pescador. Sólo hay que ponerlos en el lugar adecuado y recuperarlos, a mayor o menor velocidad, pero generalmente no hace falta más que eso para que sean efectivos y nos den capturas.
No hay que imprimirles ninguna acción extra, no necesitan trabajo adicional por parte del pescador.

¿Qué es un crankbait?
Resulta difícil encontrar el significado exacto de la palabra “crank” en inglés. El significado más cercano a los objetos de los cuales hablamos es “mecanismo”, y en él me baso para definir mi propia acepción del término crankbait: “cebo mecánico”. Es decir que según mi interpretación, el término inglés crankbait corresponde a cualquier señuelo duro con “mecanismo” de movimiento o acción que le sea propio.
Esto incluye entonces minnows, lipless, etc., pero es necesario destacar que en esta nota me referiré sólo a aquellos en estado más “puro”, es decir aquellos que no pertenecen a ningún subgénero como los antes mencionados.
Entonces los crankbaits básicamente son esos señuelos duros, compactos, la mayoría redondeados, algunos un poco más alargados, y con paleta o babero que hacen que tengan un “mecanismo propio” de natación. Este elemento agregado al cuerpo es el que define la profundidad de natación y acción del señuelo: rolling, wobbling o combinados (en una nota próxima ampliaremos estos términos).
Las paletas muy verticales mantienen el señuelo cerca de la superficie. Las inclinadas, según el ángulo que posean, varían la profundidad de trabajo, que puede oscilar entre 0,5 y 1,5 m. Las paletas más paralelas al cuerpo hacen ganar profundidad al artificial y lo llevan a rascar el fondo.
El ancho y la terminación de la paleta provocan mayor o menor movimiento oscilatorio en la natación del señuelo. Las hay de terminación redondeada o más rectas; también tenemos paletas quebradas, que generalmente trabajan en media agua pero suavizan el movimiento y le dan al señuelo una acción diferente para esa profundidad.
Los hay con rattle o mudos. Y según su flotabilidad hay de tres tipos: floating, suspending y sinking.
Jugando con esos parámetros (cuerpo + sonoridad interna + forma + tamaño + flotabilidad + inclinación de la paleta), los fabricantes ofrecen crankbaits de los tipos más diversos. Hay infinidad de variantes y en general la mayoría son efectivos, según el ánimo de nuestras víctimas.
Son señuelos además muy compactos, con lo cual generalmente vuelan muy bien, es decir que son también muy fáciles de castear. El viento, que a veces puede complicarnos con otro tipo de señuelos con cuerpo más alargado, es con los crankbaits un obstáculo de poca importancia.
La única contra puede ser un escenario donde sea absolutamente necesario el uso de señuelos anti-enganche. En esos casos quedan claramente fuera de la batalla.
Por la forma de sus cuerpos, en general son más efectivos a la hora de clavar cuanto más ancha sea la boca del pez a tentar. O sea: son altamente efectivos con tarariras, medianamente efectivos con dorados y poco efectivos con chafalotes. Esto no significa que no sean atacados por chafalotes o peces de bocas más angostas, sino que con este tipo de peces es probable que nos resulte algo más complicada la clavada.

Ahora bien, así como son tan versátiles son también adictivos, porque hay tantas variantes que uno nunca termina de encontrar alguno nuevo con una leve diferencia con respecto a los otros modelos. Particularmente soy bastante fanático de los cranks. Resultan tan versátiles que en países como Estados Unidos hay pescadores que solamente utilizan crankbaits, ya que con ellos resuelven todas las posibilidades de pesca que les presenta su especie predilecta, el bass.
Como son tan usados y dado que la pesca de bass es muy popular allí, se fabrican cañas y reels especialmente pensadas para estos tipos de señuelos.
Las cañas son en general de acciones moderadas para evitar sufrir tanto la vibración que genera la recuperación del señuelo, y los reels también presentan algunas diferencias: por ejemplo el Shimano Curado E5 cuenta con una velocidad de recuperación menor que su hermano más famoso, el E7, pero al tener menos multiplicación goza de una mayor fuerza de tracción, justamente para facilitar la recuperación del señuelo, acción que se vuelve realmente pesada en aguas de mucha profundidad.
En determinadas situaciones, siempre que la condición lo permita, elijo sin dudar arrancar a pescar con cranks. Arrancar con un crank me resuelve la “entrada en calor” con una exigencia menor. Es decir, cuando llegamos a un ambiente y arrancamos a pescarlo, un crank casi nos garantiza las capturas, porque es un señuelo “todo terreno”. Me puedo mover por la superficie, el medio o el fondo. Puedo hacer ruido o no. Puedo elegir una acción violenta que mueva mucha agua o un movimiento más sutil para los días de piques tímidos.

Técnicas de uso
Como ya dijimos, no hay misterio, arrojarlo al lugar deseado y recogerlo, con eso alcanza en un 99% de los casos. El señuelo hace el resto. Sólo hay dos salvedades que hacer:
1 – La flotabilidad del señuelo. Tenemos 3 tipos de crankbaits:
– Floating (tienden a flotar).
– Suspending (quedan suspendidos a cierta profundidad).
– Sinking (se hunden, hasta el fondo en algunos casos).
En base a esto vamos al segundo punto.
2- La velocidad de recupero. Según la velocidad a la que recojamos el señuelo y su tipo de flotabilidad, éste bajará más o menos.
Recogiendo rápido: baja más. Recogiendo lento: baja menos. Entonces…
En superficie: generalmente con los señuelos floating, que se hunden hasta cierta profundidad (de 0 a 90 cm) según la paleta. Durante la recuperación podemos aumentar o disminuir la velocidad de recupero, para variar la profundidad de nado, o hasta detener momentáneamente la recuperación del señuelo para que éste suba hacia la superficie.
En media agua: con señuelos suspending, que teóricamente nadan en una profundidad definida por el fabricante y que se logra generando vacíos (aire) y llenos (lastres) dentro del cuerpo del señuelo. Luego, en el agua el señuelo puede nadar algo más arriba o más abajo según la densidad, corriente y temperatura del agua, pero esencialmente el señuelo nadará cerca de la profundidad definida por el fabricante, variando algo su profundidad según la velocidad de recupero y las condiciones del agua.
En profundidad: con señuelos sinking (o con floating de paletas muy largas y paralelas) la idea es decididamente buscar el fondo del lecho y rascarlo con la paleta, este golpeteo del señuelo contra el fondo se siente mientras lo recuperamos y nos permite ir buscando accidentes, como piedras o bancos de arena y al sentir el golpe es habitual dejar de recoger un poco para que, en el caso de los floating, suban algunos centímetros y evitemos engancharlos. Al dejar de sentir el golpeteo podemos volver a aumentar la velocidad y así ganar profundidad de nuevo, en busca de un pozón o hueco entre piedras, por ejemplo.

Tarucheando
Pescando tarariras en aguas tranquilas, por ejemplo, puedo arrancar desde la superficie con un Subwart, Rat-a-Tat o Roumba e ir bajando gradualmente hasta encontrar el nivel en el que las tarariras están comiendo, si es que no tengo éxito en la superficie.
Muchas veces las tarariras atacan por la irritación que les provoca el ruido (rattles). Pero como hay días en los cuales por esos caprichos innatos de las tarariras no quieren ruido, tenemos muchísimas opciones para tentarlas sólo con movimientos de diferente frecuencia. Sin sonido, sólo vibración.
Generalmente en superficie arranco con algo ruidoso, un despertador, por ejemplo: un Subwart (más agudo) o un Rat-a-Tat (más grave).
Suponiendo que tengo pique en superficie, pero noto que hay cierto rechazo al ruido, elijo un Roumba que mueve mucha más agua pero no tiene rattlin y genera un efecto atractivo por su movimiento, pero más sutil por la ausencia de ruido.
Son sólo dos ejemplos de lo versátiles que pueden ser los cranks.
A principios o finales de temporada, cuando las tarariras están más pegadas al fondo, puedo rascarlo con un Rapala DT (sin rattle) o un Magwart (con rattle).

Doradeando
Con los dorados la cosa cambia un poco. Aquí si hay que ser más selectivo.
No todos los cranks se comportan bien en correderas de agua donde la aceleración de la misma altera la correcta natación del señuelo. No significa que no puedan usarse cranks, sólo que debemos ser bien selectivos y saber cuáles nadan bien en corriente.
En los malecones de Berisso, por ejemplo, el Risto Rap, los DT y DT Fat, son señuelos de eficacia probada, dado que su natación, a pesar de la gran correntada que suele haber, se mantiene estable.
Con dorados de mayor tamaño los cranks más pequeños y redondeados quedan relegados por su escaso tamaño. No significa que no sean efectivos, pero uno tiende a poner señuelos con mayor cuerpo porque se supone que un dorado de gran porte busca presas más grandes. En esos casos se usan cranks más alargados, como por ejemplo las Bananas, o los Risto Rap o Super Shad Rap de Rapala.  Estos señuelos, a pesar de no ser tan redondeados, también son crankbaits, ya que tienen acción propia.
En el Paraná, cuando sabemos que los dorados están abajo y en zonas con piedras, un crank bien paletudo floating es la herramienta ideal para poder encontrarlos, porque nos permite ir hasta el fondo e ir subiendo jugando con la flotabilidad del señuelo, y bajando al aumentar la velocidad de recuperación, para encontrar y recorrer los huecos donde los dorados suelen estar al acecho de sus presas.

En conclusión
Las características son muchísimas. El espectro es interminable, las variables casi inagotables. Lo único que hay que hacer es elegir el correcto de acuerdo con la situación.
El resto es cosa (casi) segura.
Los que tenemos hijos pequeños y tratamos de iniciarlos en la pesca a señuelo, vemos en los cranks la solución más fácil para no complicarlos.
Si recién empiezan, no lo duden, un crank no perdona.

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9 Respuestas

  1. Sergio Tamer dice:

    Bieeeennnnn, chicos , se agradece la desburrada…….muy buenisima ( como dice mi hijo ) la nota, la verdad de 10 graciasssssssssssss

  2. Sergio Tamer dice:

    en una segunda lectura que, permita familiarizarnos mas con nombres, características, tecnicas y demás datos….se aprende mucho mas !!!!!!

  3. Kind dice:

    Iluminadora la nota, Diego! Ahora sí quedó cubierto el panorama básico muñequístico con notas para los “gorditos”, los “taraditos”, los “alambres”, los “poppers” y las “gomas” antienganche: el quinteto de la muerte explicado para todo público!!!

  4. Gerardo dice:

    Excelente el relato!Gracias!

  5. Enorme mèrito en bajar de un lenguaje de ghetto a palabras llanas, algo tan útil como este material que permite identificar y elegir al señuelo correcto para lugar adecuado, con la especie preferida. Bravo muchachos!

  6. diego alimon dice:

    despues de los poppers, los gorditos son mis preferidos, especialmente para tarariras, muy buena nota diego gracias

  7. Hernán Veretelnik dice:

    Muy buena nota. Muy bien ilustrada y educativa. Gracias muchachos.

  8. Sebelio dice:

    Estas notas son mis favoritas, siempre tuve la misma idea en cuanto a los crankbaits, la referida a su natación y no a su forma.
    Es un gusto leer este tipo de notas, tan cuidadas. La página cada vez me gusta más, desde su contenido hasta su estética.
    Un abrazo!

  9. Unclewalter dice:

    Interesante y didáctica. Los cranks son acompañantes obligados en cada salida de pesca. Por qué habrá tantos y tan lindos es otra cuestión :-))
    Un abrazo…Walter