Chatos a señuelo

Sin saber nada de  la pesca de Lenguados,  con mi papá y un amigo fuimos  a un pesquero conocido, a pocos kilómetros del recreo San Gabriel, el puente Celpa.

Carlos, nuestro amigo marplatense, llevó para el intento las brazoladas, la caña y la carnada necesaria.  Mi viejo de acompañante y yo convencido que a un pez cazador es posible tentarlo con señuelos.

Era mediodía de un sábado para fines de diciembre cuando hicimos la intentona. Acomodamos nuestras cajas y cañas debajo del puente en una especie de escollera reducida, armé mi equipo y dispuesto a pescar,  como ayuda pregunté la forma en que debía buscarlos,  y el único dato recibido fue: ”rascando el fondo”.

Primera elección: un crankbait clásico, Storm Thinfin con rattles color plata y lomo azul.
Tres tiros rascando el fondo… gastando paleta, hasta que en el cuarto intento el rebote en el fondo cambia por una quedada y llevada de costado.
Clavar y soñar con un lenguado fueron una misma acción, pelea con  llevada y saltos… Arrime y captura.

El primero que pescaba con señuelo y el primero en mi vida. Sólo la memoria tiene las mejores imágenes de ese lenguado, las malas fotos de celular apenas acercan algo.
Pasada la sorpresa y la emoción no cabía otra cosa que seguir intentando.
Al segundo capturado ya cambiaba la situación. De “suerte” o “casualidad” pasaba a ser: “¿Me armás una caña a mi?” y “Poneme ese señuelo”, un Rapala RNR8, fue lo que ordenó Carlos.

No fueron demasiadas las capturas, pero las necesarias para apasionarnos  y las logramos después de varios cambios con los señuelos de la foto. Los 3 con un comportamiento similar, nadan inclinados por lo que esconden los anzuelos y con menos riesgo de engancharlos.

Utilizamos los siguientes equipos:
Caña de 2.10mts. 6/12 lbs. Moderada Medium , con reel Daiwa Procaster 100 HSD y multifilamento de 30 lbs. (1)
Caña Kunnan de 2.50 de acción Fast apta hasta 50 grs., con un viejo Daiwa Procaster PS10  y multifilamento  de 20 lbs.
Probamos con líder trenzado de multifilamento, sin líder de acero. No se corre riesgo de corte por mordida a la línea.
Un RNR8 quedó en las piedras, y uno igual en color y tamaño pasaría a la caja de mi amigo.

De regreso a Buenos Aires y tras haber comentado esta experiencia con amigos, acordamos con Pablo que en sus vacaciones de verano (febrero) haríamos otra experiencia.
Llega el momento esperado y vamos con más ganas al Celpa,  a las 7 de la mañana en máxima creciente nos daba la hora de parada de agua y un par más de bajante. Lo ideal es las tres últimas horas de creciente y hasta dos o tres  de bajante. Tirando hacia el veril, recogíamos golpeando las piedras.
Mi amigo interpreta los piques de esta manera: el pique es difícil de notar, parece una quedada como una tarucha, seguida del movimiento de la línea, y cuando finalmente esta pinchado comienza la corrida, inclusive con saltos fuera del agua muy apasionantes.

Los lances siempre eran largos y en algún momento del recorrido tomaban el señuelo, es un pez que no caza acardumado, está aplastado en el fondo y ante la cercanía de su presa ataca, y a veces la persigue, lo hemos comprobado en un par de capturas y piques perdidos.
Los señuelos efectivos esta vez fueron los mismos del primer intento más el Rapala Sliver Read Head que descolló (seguramente por su tamaño).
Hubo las capturas necesarias como para mantener vivo el gusto por pescarlos nada más que con señuelos, apasionante por cierto.

Pablo pescó con una caña Lamiglas split handle espiralada 2.15mts Moderate (10/17lbs) y reel Shimano Curado con nylon de 0.30 mm.
Yo utilicé el mismo equipo que mi primera vez (1).
Se probaron además otros señuelos deep, cucharas y vinilos pero sin éxito. Sin dudas en esto influyó la falta de experiencia. Con más tiempo probablemente se los pueda tentar con vinilos en distintas formas y montajes, cucharas  Toby con anzuelos tipo jigs como lo hacen en otros lugares, spinners traileados con pulpitos y cuanto uno pueda imaginar.
El saber que es un cazador lo convierte en una buena opción de pesca, vale la pena volver por ellos, probando incluso otros ámbitos.

Habrá próximas salidas a pescar los “chatos”, tal vez la boca de Mar Chiquita sea un lugar obligado, el recreo San Gabriel será otro o el querido puente Celpa.