Diamante, paraíso dorado.

Este relevamiento quedó pendiente de publicarse, no por casualidad, sinó porque ocurrió justo antes de la casi habitual turbidez que se produce en el Paraná cuando el agua que baja desde la zona del Bermejo y Pilcomayo empieza ensuciar el río debido a la gran cantidad de sedimentos que acarrea.
Este fenómeno ocurre casi siempre hacia el cambio de año, salvo cuando hay alguna crecida muy grande proveniente de Brasil que mantiene el agua clara, como ocurrió en el año 2010.
Este año no tuvimos esa suerte y a fines de diciembre el Paraná se enturbió, dejándonos sin la posibilidad de salir a buscar dorados a señuelo.

Pero la historia es que a mediados de diciembre del año pasado, justo antes de que llegara el agua sucia, concretamos una salida con el amigo Nery Graglia, quien generosamente nos invitó a recorrer una vez más su pesquero, la región de Diamante en la provincia argentina de Entre Ríos. Salimos con él, Guille, Facundo y yo.
Los dorados mostraban una presencia moderada pero firme, y ya sabemos que en estas aguas habitan ejemplares de calidad.

La constante de este pesquero esta dada por la dificultad que presenta. La zona posee innumerables accidentes de esos en los cuales los dorados acechan. Palos, piedras, correderas y barrancas son la geografía que abunda en el pesquero. Innumerables accidentes costeros navegando muy poco, para poder tentar a estas maravillosas joyas del Paraná. Pero claro, a riesgo de dejar la caja de señuelos en esos lugares. Hace falta precisión y tranquilidad para tener éxito.

Lamentablemente llegamos en un momento en el cual el río se encontraba ya extremadamente bajo. El agua corría muy poco, reduciendo al mínimo la cantidad de sitios donde encontrar a nuestros amigos amarillos. El viento norte nos ayudó un poco, creando algunos pequeños puntos donde pudimos capturar algunos ejemplares que como decíamos fueron de buen porte.

Buscamos durante todo el día conducidos por Nery, que conoce la zona como la palma de su mano. Gracias a eso, lo que parecía que iba ser un mal día, terminó teniendo premio.

La jornada siguiente, se sumaron amigos, Omar, Jack y Seba, que venían de pescar en la ciudad de Paraná y otro un gran amigo de Diamante, Fiera Pocho.
En este día con ausencia casi total de viento, decidimos ir en las 2 lanchas pero en busca de otra especie, ya que con los dorados la situación se tornaba casi irremediable.
Había un dato… Y fue así que llegamos a una zona donde pudimos encontrar un pequeño paraíso donde la tarariras abundaban.
Pero… me atan las manos… no puedo contarles más. Esa será otra historia.
Les dejo algunas pocos imágenes como muestra de lo que vendrá.

Pesquero ideal si los hay, por la variedad, la exigencia y la calidad de las piezas.
Y encima, lleno de amigos…
Diamante, uno de los paraísos mas cercanos a Buenos Aires. Vayan reservándose un lugar para cuando el agua aclare porque… Explota!