El día de los inocentes

El día de los inocentesVeintiocho de diciembre es buena fecha para cerrar un año de pesca. El trabajo se va diluyendo entre reuniones, festejos y en el medio nos tomamos un día libre para salir de pesca con amigos.
El destino esta vez era Rosario.

Nos queda además la sana costumbre, ya arraigada gracias a las ferias de señuelos que impuso la AAPS,  de mirar la caja de señuelos del otro y ya sin siquiera un dejo de vergüenza sale el: “Te lo cambio”, como hacíamos con las figuritas cuando éramos chicos.
Ese día en la lancha éramos cuatro: Guille, Facu, Diego al timón y yo.
Nos conocemos, somos amigos y sabemos de los fanatismos y preferencias de cada uno por los muñecos.

Ahora bien. Más allá de todo eso, hay cosas que pasan durante un día de pesca que son inesperadas o al menos de curiosa explicación.

El día venía difícil. El agua, un poco turbia.  Se veía lomear a muchos dorados, y la baba nos rodaba por la mejilla. El “mirá, allá” sonaba cada 3 minutos cuando veíamos esas aletas dorsales, anaranjadas, sobresaliendo del agua.
Íbamos recorriendo el palerío rosarino con poco éxito, probando señuelos, cambiando colores. Apuntando fino, porque sabíamos que el premio se daba tirando justo.
Sin embargo a pesar de todo lo anterior, pocos piques todavía, pero los dorados se veían de porte respetable.
Al rato, Guille tiene un pique fuerte y clava el primero de la jornada. Buen porte, lindo dorado de unos 4 kilos.

Diego encara a navegar un poco para buscar otro palerío algo mas lejano, lo cual nos da unos minutos de descanso.
El mismo Guille, espiando de reojo lo ve, al protagonista de ésta historia, en la caja de Facu. Y sin pedir permiso, abre la caja y me lo ofrece. Al celestito, a mi preferido, a ese que siempre termino perdiendo de alguna forma estúpida, porque nunca dejé uno en un palo… O se me rompe el mosquetón, o se me desarma un nudo… o alguna otra circunstancia extraña hacen que haya perdido ya tres de esos… De mi preferido.

Y bueno, lo ví y no pude decir que no… Justo el color que no tenía, el que andaba buscando, el que más pesca.  El que más me gusta.
Ofrecí algo acorde a cambio. Otro lipless, tal vez de mayor valor, pero para mi fue cambio justo. En mi balance, sentí que salí ganando, tal vez porque intuía lo que venía.

Ahí mismo, antes de empezar de nuevo la deriva me tomo unos minutos para tunearlo y dejarlo como a mi me gusta, menos vulnerable al enganche, poniéndole un simple en la cola y un doble en la panza… Y lo reservé, a la caja.

Arrancamos de nuevo a tirarle a los palos. Habrá pasado media hora,  cuando veo que se acercaba un lugar particular. Íbamos a pasar entre el palerío y un árbol hundido que estaba más metido en el río. Al árbol le corría mucha agua entre las ramas de lo que era su copa y que ahora sobresalían. Era el lugar indicado.

El día de los inocentes
Tres tiros antes de lugar miro la caja, buscando al candidato ideal para ese punto. Él me miró a mí. Con esa cara de gruñón que tiene. Ese que había cambiado minutos antes…

Y ahí nomas lo enganché. Estaba listo para la acción. El escenario estaba cada vez más cerca. Mis compañeros tiraron hacia ambos lados para anticipar la pasada a los palos que nos rodeaban. Me contuve. Me guardé mientras ellos hicieron 2 tiros y yo esperaba, quieto. Esperaba el mejor momento y no quería perdérmelo por nada. Quería tirarle atrás de la copa y esperé el momento preciso para hacerlo. Fue un tiro corto, relajado… A no más de 7 metros del trucker.

El día de los inocentesLa magia se dió. El muñeco cae al agua, suavemente y ahí estaba la enorme cabeza esperándolo, no llegué a traccionarlo ni un centímetro… el solo chapoteo del plástico en el agua desató el ataque  inmediato del tigre, como si lo hubiera visto venir en el aire. Toca el agua, lo toma y lo arrastra hacia las profundidades, mostrando la cola fuera del río en su huída con el trofeo entre las fauces.
El día de los inocentesClavada certera y lucha. Unos minutos, algunos saltos y el dorado del día estaba en mis manos. Hermoso pez de largos 4 kilos, paradójicamente pescado con un señuelo que ni siquiera tenía en mi caja al comenzar el día.
Fotos de rigor y vuelta al agua, donde pertenece.

El día de los inocentes Y hoy que escribo esto, un día después de que pasó esta historia, me doy cuenta de algo.
Daba lo mismo que fuera un paseante o un lipless. Daba los mismo que lo tirara yo o cualquiera de mis compañeros.
El día de los inocentesEra el momento y era el lugar. Era la energía que ese señuelo cargaba. Era el destino.

Y el destino es así.

Empiezo a creer que ellos, los muñecos, nos eligen a nosotros. Recuerdo que antes de engancharlo hasta me dieron ganas de darle un besito en la frente, como para desearle suerte antes de tirarlo al río, pero me contuve también de eso. Le vi la cara de malo y me dije: “No, mejor no.”

A los que creen que pescamos porque sabemos hacerlo, o porque tiramos bien, o porque sabemos mirar el río, o porque depende de nosotros pescar y no del muñeco… No se la crean… Yo les digo: “que la inocencia te valga”.

Nosotros apenas tratamos de adivinar lo que pasa bajo el agua…
Pero, los que pescan, son ellos.

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13 Respuestas

  1. G.I, Ramone dice:

    Excelente historia, estamos potenciando esto del señuelo que se cambia señuelo que pesca!! Un gusto haber compartido esta salida, y quedara como una de esas grandes anecdotas que contare por siempre.
    Un abrazo
    El celestino de los señuelos….

  2. Roy dice:

    Ufff diego, que buena forma de contarle, realmente un poema…
    Abrazo grande

  3. Seba dice:

    Excelente relato y fotos … se lo buenos pescadores que son asi que era de esperarse una jornada asi.
    ESO ES UN DORADO DE 4K Y MAS …

  4. Facundo Pujol dice:

    Increible, relatado de una manera perfecta. Revivi todo tal cual pasó aquel dia en esa lancha. Por una parte dije.. “pero que hijo de..” pero por otra me alegró muchisimo, la felicidad que tenias Diego en ese momento nos la contagiaste a todos. Para mi, el mejor cambio que hice y no por mi, sino por el otro (vos).

    Un abrazo enorme!

  5. Unclewalter dice:

    Cambiar un señuelo no implica ventaja o desventaja en su valor económico. Me gusta….le gusta. ….
    Cuando lo hacemos …los sueños de pesca pasan de mano. Los señuelos tienen personalidad…..tienen algo especial y quien se lo descubre siempre los hace pescar. Pasa por la actitud sin dudas……
    No tenías un corcho en la caja…ni un señuelo especial…tenías ese recién cambiado que debía salir a la cancha.
    Celebro esta locura …….y me agrada leer la historia contada de esta manera.
    Abrazo…Walter

  6. marcelo saco dice:

    otra parte de la historia esperada
    es cierto. no es suerte. casi siempre es otra cosa

  7. Pablo dice:

    Hermoso relato, la verdad que tiene toda la magia la historia !!! Me parece que el que tiene el ojo afilado, no le erra a la eleccion !!!
    Un abrazo para el team !!!
    Pablo.

  8. Diego Fayos dice:

    La diferencia en la pesca la hacen los locos, esos locos sanos que ya tienen muchas escamas en el lomo, Ivan me mira me hace señal de callate,se da vuelta e inicia el trueque de terceros..Facundo en ese momento le daba lo mismo cambiarlo xr100 o por un paquete de Sugus..estaba ido. El mérito de esa chacha lo tiene siempre el pescador..en ese ambiente palerístico.
    Todas las pescas dejan algo , esta, una historia de fábula. Gran abrazo.

  9. Nachito dice:

    Diego…. que relato…:Mágico sin dudas! Doy fé de esa conección Señuelo-Pescador. Todos tenemos un amiguito de plástico! Como ya lo eh dicho en otra oportunidad, los felicito a los 4 por esa pesca!

  10. Víctor dice:

    Buenísimo muchachos!!! Felicitaciones.

  11. lalo dice:

    Todo un cuento hermano!!! Que linda historia!!! Lo hermoso ademas de esto es disfrytar de esta modalidad de pesca… agarrar a estos hermosos animales cazando… es lo maximo!!! Abrazo!!!

  12. Juan Recondo dice:

    Recien pude ver la pagina, muy buen relato!!!!!!! Saludos a todos!!!!
    PD: No saben como extraño la pesca!!!!!!!!

  13. mudo dice:

    Que lindas reflexiones Diego !!! Y que bien contadas, admiro la facilidad tenés con la pluma, todo un don !! Te mando un abrazo.