El oreno cardenal número 1

Cuenta la leyenda, que hace ya más de 20 años un preadolescente concurría asiduamente a sus primeras excursiones de pesca.
Esto ocurría en los ámbitos que le resultaban posibles, en función de sus opciones movilidad. Se lo veía entonces en algunas lagunas de la provincia de Buenos Aires, en algún arroyo de la zona de Pilar y también en el Río de la Plata, en la zona de Olivos o Martínez. Se movilizaba a pie o en bicicleta.
A veces su padre lo llevaba a lugares mas lejanos en busca de las primeras tarariras. A veces lo acompañaba su primo. A veces algún amigo del barrio. A veces su tío.

Este individuo a quien vamos a bautizar con el nombre de “Koyote” desarrollaba así, inconcientemente, sus primeras armas en la pesca.
Su padre no sabia de eso, solo tenia las ganas de iniciarlo en “algo”, sin poder ayudarlo mas que en la compañía.

Su caja de pesca en esa época tenia elementos hoy desterrados. Boyas de pejerrey, reels pesados, plomadas y demás artilugios para la pesca en general, sin que importase demasiado la modalidad. De hecho, esa persona no sabia de modalidades de pesca. No tenía instrucción alguna al respecto más que el instinto de mirar a quienes ocasionalmente terminaban rodeándolo en esas salidas.

En esa misma caja de pesca, no se sabe bien como y perdido entre todos esos artilugios había un Oreno de DEL, color cardenal, numero 1. Koyote no sabia bien para que servia ese muñequito ni como usarlo.
En los ámbitos en los que se movía y con la información circulante en esa época (alguna Weekend que esporádicamente lograba leer en la peluquería del barrio) no podía hacer demasiado… Tratemos de situarnos en el tiempo… debe haber sido el año 1985 o algo así… No había internet y el acceso a la información era más complicado que hoy en día. Y los que sabían del tema no compartían demasiada información con un pibe.

El Oreno pasaba su tiempo en la caja, brillante, impoluto, sin un solo rayón, sin conocerse bien cual era su función.
Hasta que un día alguien le dijo lo que había que hacer con ese muñequito… no era simplemente tirarlo al agua y esperar, como se hacía con la carnada.
Había que tirarlo y recogerlo, tirarlo y recogerlo…
¡Como si eso fuese a provocar algo!… A quien se le puede ocurrir que un pez vaya a morder un muñequito de madera… y encima rojo y blanco! si las mojarras son plateadas! a quien se le ocurre…

Pasó algún tiempo más… el Oreno seguía en la caja…
Hasta que un día pasó lo increíble.

Era verano, hacía mucho calor, mas de 30 grados. Esa tarde el Rio de la Plata estaba en plena bajante. El agua estaba a mas de 100 metros delante del muelle… habia que entrar caminando para llegar a ella.

El viejo que vivía en la punta del muelle levantaba su espinel cerca de donde Koyote trataba de enganchar “algo”, una boga, un bagre, lo que sea, usando grandes anzuelos con carnada.
En su total ignorancia, le pregunta al viejo ¿que había? ¿con que encarnar? ¿que estaba saliendo?

El viejo se acerca, mira con detenimiento la caja y dice… Nene, tirá ese muñequito y vas a ver….
No pasaron mas de 30 segundos… Koyote enganchó el señuelo y el viejo dijo: “pará! ponele un líder de acero…”
Un minuto mas… y el Oreno nadaba en las aguas del Río de la Plata.
No nadó mucho… un metro o dos de donde cayó… Una lanza plateada, espectacularmente lo toma entre sus dientes de sable y empieza a retorcerse en el aire con el oreno en la boca.

El viejo dice: “ves? eso hay: chafalotes… me comen todo lo que se engancha en el espinel… ¡y encima no me los puedo comer, no tienen nada de carne!”
La adrenalina fluía por las venas de Koyote gracias al viejo, a la pesca y al Oreno cardenal número 1.

El chafalote se soltó un metro antes de llegar a mis manos. Pero fue una de las pescas mas espectaculares de mi vida.
Gracias a ese dia, hoy en mi caja de pesca solo hay muñecos, señuelos de todas las formas, tamaños y colores. Nunca más hubo ni plomadas ni boyas.

El oreno cardenal numero 1 sigue ahí. Mordido, rayado.
Ya no va nunca al agua, pero sigue ahí en la caja, y de seguro les debe contar a sus nuevos compañeros que cuando estaba solo en esa caja, un chafalote le clavó los dientes…
y le perdonó la vida en el último segundo.

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13 Respuestas

  1. Unclewalter dice:

    Querido amigo….me mató la historia del Oreno Vs. Chafalote.
    Que pez espectacular para pescar, y seguro le gustó el Oreno por lo errático. En un dia te pueden llenar de baba el líder y no tomar ninguno, es absolutamente desconfiado.
    Un abrazo…Walter

  2. Telmo Abadia dice:

    Koyote….Que bueno haber llegado a este sitio y poder leer la historia del oreno!!!…..
    Mis mas sinceras felicitaciones, hermosa historia y muy bien narrada

  3. Botafogo dice:

    Que relato!!!!! Excelente!!! creo que ,de alguna manera u otra, todos nos sentimos identificados con esta historia!!!!
    Te felicito por la Página y aquí ya hay un nuevo visitante a esta página en busca de información,
    Slds.
    Horacio (Botafogo)

  4. Juan Manuel (Salminus) dice:

    Koyote, exelente historia, creo, que lo que te paso a vos, nos paso a todos, o a casi todos… mi viejo me enfermo con la pesca, y un dia me compro un señuelo… un oreno, ahi me enferme solo, luego le siguio un tucan flex, me enferme aun mas.

    Que bueno puedas plasmar esas historias en palabras, esas historias marcan un antes y un despues en nosotros.

    Un abrazo!!!

  5. JUAN RECONDO dice:

    RECIEN LEO LA HISTORIA, MUY BUENO KOYOTE, SALUDOS.

  6. wallypesca dice:

    Excelente relato y muy lindo blog te felicito!!!

  7. Ivan Ramone dice:

    Amigo que historia!! Tambien yo arranque pescando un chafalote, que loco. Impecable el relato.

  8. Adrian Celso dice:

    Che coyote me mato la historia del oreno, dedicate a la ecritura,
    con modestia es lo tuyo, me hiciste buscar un ss 1300, consegui un x 1300 que me encanto, el relato del oreno me regreso a mi mas tierna infancia recorriendo callejones, zanjas y rios, lo simil es que el que vendia cosas de pesca en el abanico en costanera siempre me veia pescar boguitas con salamin y lo unico que hacia hera subirlas, despues buscando, me fui a pescar en frente a las lagunas detras de los carritos, en costanera norte, y ahi el lugar hera mas amable el agua a lo pies y sombra, las capturas no decrecian y unos ataques raros me sobresaltaban, consulte con el hombre de la carnada y me dijo son las taruchas, con 11 años y con poca literatuara le dije como las pesco y me mostro una meeps giratoria que salia lo que tenia en mi bolsillo para comer el sanguchito y coca mas viaje en retiro para Santos Lugares, esto todo sustentado por mi vieja que lejos de ser pescadora fue es y sera una defensora de la vida animal y silvestre cuando aca de eso no se hablaba siempre me decia dejalo que capas crece mas, de ahi en mas fue mi latiguillo que ma de una vez me trajo problemas, bueno volvamos a la meeps, dos taruchas y esplocion de adrenalina de ahi en mas todo muñequitos lop matabamos a preguntas al Sr. Cabral de la casa de pesca La Caña en el barrio, que espero que ahun este cultibando y sembrando, como se usan y todo eso y ahi entro el oreno de Del y otros, hoy dia no pesco mas que con muñequitos sea donde sea, y el oreno y la meeps ahun estan de recuerdo cuelgo señuelos como todo el mundo pero los dos primeros son cabala, un saludo y buena pesca y devuelvan para que nuestros hijos se emosionen como nosotros.

    • Koyote dice:

      Adrián.
      Gracias por leer y gracias por comentar.
      Son varios, como vos, los que coinciden en que esta historia es similar a sus propias historias de la infancia.
      No es casual que despues de experiencias como esta hayamos contraído “el virus” de la pesca de por vida…
      Ese virus fue lo que me movió a escribirla… Ese virus que compartimos.
      Un abrazo

      PD: me gusta escribir… pero todavia, prefiero pescar.

  9. leandro dice:

    que hermoso, me hizo recordar mi 1er tararira con señuelo, casi me muero de la emocion!!! hermosa historia!!!

  10. Federico dice:

    que linda historia me paso algo parecidocuando tenia 14 años alla por 1995 con un oreno cardenal de DEL pero numero 3 lo venia trayendo en la laguna del burro, sin saber como hacerlo y sin tenerle mucha fe, hasta que en un momento se engancho en una rama sumergida… a los pocos segundos me di cuenta que la “rama” era una linda tararira que al no clavarla salto y zafo, despues de esa perdida vinieron 3 mas con ese oreno y 2 con un plop negro nº 2 que lindos recuerdos, esperemos que vuelvan las taruchas como en esa epoca y q la gente tome conciencia y el clima ayude. necesitmos que refloten la fabrica DEL, yo los que veo me los acaparo, en las casas de pesca no hay nada, todo para dorado o ranitas o rapalas q profundizan, ya no se ven yiter, orenos ni plops

  11. Mariano dice:

    Que buena historia Koyote, me hace recordar a mi infancia con un reel Peter Lagunero, una caña de bamboo y un oreno verde y negro, pude pescar mi primera tararira en la isla talavera, cuando se pasaba con la balsa, y de ahí en adelante los poper, los mansos, orenos y yiterburg de Del, están en mi caja de pesca de madera, un saludo grande y buena pesca.

  12. Augusto dice:

    Que buena historia…mis primeras tarariras fueron con carnada, pero recuerdo que la primer que pesque con un señuelo, tambien fue con un Oreno cardenal, pero en este caso Nº3, en el rio Samborombon en el año 93 o 94, tenia unos 14 o 15 años y aun poseo ese preciado señuelo en mi caja junto con otro Oreno atigrado, un Plop y un Yiter de esa misma epoca.