Instrucciones para pescar a señuelo

Mis queridos manquitos, he notado que muchos no entendieron mi artículo anterior, por lo que me veo obligado a arrancar de cero.
Veo también que muchos se sienten agredidos o intimidados por mi forma de hablar, así que me voy a poner serio y los voy a tratar de “usted” y les voy a hablar como si fuera un relator de documentales, a ver si así les gusta más.
Hoy les voy a enseñar a pescar de cero… Para niños… ¡A ver si me entienden de una vez!
¿Empezamos? Me convierto y…. ¡Vamos!

en homenaje al gran Julio Cortázar

Si usted es de esos raros ejemplares que desea pescar a señuelo y no sabe cómo se arranca, léase esto. Le recomendaremos que siga esta serie de pasos para lograrlo, aunque en realidad el éxito en los resultados no está garantizado, ya que es casi siempre incierto.
El acto que vamos a tratar de explicar consiste en una serie concatenada de acciones bastante sencillas. Para ejecutar la acción principal (llámese también “pescar”), son imprescindibles tres elementos básicos más un ser humano, de preferencia que cuente con sus dos brazos¹. Puede ser caucásico o no, da lo mismo.
Los tres elementos básicos son, a saber:

• Caña de pescar (de bambú, fibra de vidrio o grafito preferentemente).
• Reel o carrete de pesca.
• Un señuelo cualquiera.

No intente reemplazar ninguno de estos elementos por algún otro parecido o que le “hayan dicho que…”. Estos tres elementos son esenciales.

Ahora bien, esta acción, la pesca con señuelo, consta de tres pasos bien diferenciados:

1. Lanzamiento.
2. Caída del señuelo.
3. Recuperación del mismo (el mismo señuelo, por supuesto; si usted recupera otro diferente al que lanzó, considérese usted “mago” y váyase con sus hechizos a otra parte).

Desarrollamos a continuación cada una de los pasos de la rutina básica.

1) Lanzamiento del señuelo. 
Desde un punto, “A”, hasta otro punto, “B”. Esta acción consiste en tomar la caña con el brazo más hábil que usted tenga (si ninguno de los dos es demasiado hábil, elija el derecho; esta decisión, aunque más no sea, le evitará problemas políticos). Luego usted debe apuntar con la caña hacia el cenit, liberar el pickup del reel y frenar el hilo momentáneamente con el dedo pulgar o índice, según el caso del reel que usted posea. A continuación debe llevar la caña ligeramente hacia atrás y seguidamente hacia adelante, para darle envión al señuelo.
Cuando la punta de su caña esté direccionada hacia su objetivo debe cortar el movimiento de la caña en seco y simultáneamente soltar el hilo que se encontraba aprisionado por su dedo, para liberar así el señuelo. El artificial debería entonces salir arrojado hacia el lugar deseado, generalmente hacia adelante del individuo denominado “pescador” (o sea usted).
Si usted hizo todo esto correctamente, es probable que el señuelo caiga cerca de donde usted trató de que caiga… Aunque puede fallar.

Si el señuelo no cae ni siquiera cerca de donde usted tenía planeado, puede directamente tomar la decisión de elegir otro pasatiempo.
El derecho penal o la contabilidad son buenas opciones. Los malabares, en cambio, seguramente no son lo suyo.
Ahora, si somos poco exigentes y más bien expeditivos, con lograr que el señuelo salga hacia adelante sin engancharse en nada de lo que haya detrás suyo al lanzar, considérese un lanzador exitoso. Luego, con algunas décadas de práctica, la puntería mejora.
Volviendo al tema de si erró fulero, tiene usted dos alternativas para seguir participando de una salida de pesca a señuelo: dedicarse a las artes culinarias, es decir convertirse en asador designado, o dedicarse al arte fotográfico y devenir fotógrafo oficial de las capturas de quienes, a diferencia suya, no olvidaron para qué sirven los brazos y las manos. Estas opciones evitan que usted se pierda la joda por ser mal pescador.

2) Caída del señuelo. 
El paso siguiente consiste en verificar visualmente que la caída del señuelo haya ocurrido en el ámbito correcto. Para que esta instancia se considere exitosa, es menester que el señuelo caiga en el agua. Suele ocurrir que el señuelo, por diversos factores, puede no caer en el elemento antes mencionado, agua, y puede ubicarse, por ejemplo, en el pasto². O peor aún, puede quedar colgado de algún árbol lindante a las aguas, o de un pájaro interceptado en su camino, o de alguna vaca que ocasionalmente pastaba por allí (recuerde que estamos en un ámbito salvaje y cualquier actor de la naturaleza puede presentarse en escena). Si ocurriese algo de esto, deberá acudir a su ingenio para liberar el artilugio del obstáculo en el cual se encuentra y conseguir que el mismo ingrese en el elemento correspondiente, el agua.

Si su caso es el del bovino, tenga en cuenta que el pinchazo probablemente le duela a la pobre vaca, así que trate de retirarle el señuelo con cuidado.
Resumiendo: arréglese como pueda, pero comprenda que el señuelo debe caer en el agua, ¡carajo!
Una vez conseguido que el engaño llegue al lugar indicado (o al menos al agua), empieza a desarrollarse la potencial pesca. Pero no se emocione, todavía falta.

3) Recuperación del señuelo.
Usted debe ahora recuperar, con ayuda del reel, el señuelo previamente arrojado en el paso 1, habiendo verificado previamente que el mismo se encuentra en el agua, como se describe en el paso 2.
Una vez que el señuelo comienza a desplazarse por el agua pueden ocurrir dos cosas, a saber:

1. Que en el recorrido entre el punto “B” y el punto “A” no pase nada. En este caso se da por terminada la acción al llegar el señuelo al punto “A”, y desde allí se repite el ciclo completo.
2. Que en el recorrido entre el punto “B” y el punto “A” pase algo. En este caso lea el “Apéndice: Del pescador exitoso“.

La acción básica concluye de esta forma siguiendo estos tres pasos que hemos explicado. Durante una jornada de pesca usted deberá repetir estas tres acciones todas las veces posibles, teniendo en cuenta que si no pasa nada es recomendable tomar alguno de los siguientes caminos:

• Cambiar el señuelo (luego de diez ciclos sin resultados).
• Cambiar de zona de pesca (luego de entre treinta y cincuenta ciclos sin resultados).
• Cambiar de pasatiempo (luego de cinco jornadas completas sin resultados).
• Visitar a un psiquiatra y/o psicólogo (si lleva años haciéndolo, nunca pescó nada y aun así lo sigue intentando).

Apéndice: Del pescador exitoso
Si durante el paso 3 le ocurre la opción 2, o sea que pasa “algo”, proceda de la siguiente forma. Si durante el recorrido de vuelta del señuelo a sus manos usted siente que el hilo de pesca se detiene, a pesar de que usted insiste en girar la manivela del reel, pueden estar ocurriendo dos cosas:

1. Usted enganchó el señuelo contra  alguna piedra, rama o algún otro obstáculo sumergido, posibilidad altamente probable si usted está utilizando un señuelo de los que van bajo el agua. Si esto ocurre llame al servicio técnico.
2. ¡Usted ha pescado! Si esto ocurriese, notará también que le resulta más dificultoso recoger el hilo, dado que en la otra punta, donde se ubica el señuelo, hay un pez enganchado que puede estar saltando y retorciéndose en busca de liberarse del anzuelo. Recoja el hilo hasta que el pez llegue a sus manos.

Allí se considera la pesca concluida.

Si esto último ocurriese, permítase ser feliz, abrace un vino o una cerveza y festeje alegremente.

Fin.

Vuelvo a ser yo, Guiyote, y les digo:

¡Espero que hayan entendido algo, manquitos! Si así fue, más adelante la seguimos.

^1 De acá viene lo de “manquitos”.

² En ámbitos extraacadémicos se designa esta disciplina de arrojar el señuelo sobre el pasto de la costa enfrentada como “tiro carpinchero”, ya que promete la posibilidad de atrapar uno de estos animales. Si algún día un carpincho muerde, ¡agarrate!