La odisea (o cómo comprar una caña nueva sin meter la pata)

portadaQuienes pescamos con señuelos, sobre todo si lo hacemos desde hace mucho tiempo, solemos tener varias cañas de pescar, incluso varios equipos completos de cañas y reels. Los que contamos con más de una caña buscamos diferencias en el largo, la acción, la potencia y demás cualidades que cada caña en particular posee y que la hacen diferente a las otras y “especial” o “ideal” para una ocasión o lugar de pesca.
El objetivo de este informe es desentrañar las características básicas de las cañas desde su construcción hasta sus cualidades de uso, para poder brindarles una guía que ayude en la elección cuando llegue el caso de comprar una caña nueva.
Para ordenar esta guía nos haremos algunas preguntas a las cuales iremos dando respuesta.

¿Cuántas cañas necesito?

No se trata de cantidad sino de funcionalidad. Cada caña tiene ciertas características que la hacen ideal para pescar en determinado lugar. Lo anterior puede significar que si uno pesca siempre en el mismo sitio y ya es poseedor de una caña adecuada para ese lugar, es probable que pueda pasar su vida entera pescando con esa única caña, o más bien con un único equipo, y eso no sería una mala deducción. Pero en general no es así. Incluso ese mismo ámbito puede variar de invierno a verano o con las crecidas de aguas y por eso fluctúan la densidad de la vegetación, la profundidad, etc. Además a casi todos los pescadores nos gusta viajar, conocer nuevos lugares, pescar de costa, embarcados, en aguas quietas y en ríos con corriente, bajas o profundas, situaciones siempre diversas. Es decir que si somos el segundo caso, y casi todos lo somos, vamos a necesitar más de una caña y seguramente también más de un reel. Pero vamos a centrarnos en la caña.
La pregunta es entonces: ¿qué puede motivarme a necesitar una caña nueva? Y una vez que decidí adquirir una caña nueva con alguna característica diferente a otra que ya tengo: ¿cómo la elijo?, ¿qué debo tener en cuenta o mirar?

¿Por qué necesito una caña nueva?

Los motivos pueden ser varios (más allá de la compulsión consumista o de los caprichos personales). En mi caso la necesidad se presenta siempre luego de haber notado alguna falencia en el equipo que usé en una salida de pesca. O sea: fui a pescar embarcado y llevé una caña larga (7 pies), moderada, que me impidió tener más precisión en tiros entre los palos a poca distancia, así que necesito una caña nueva, más corta, más rápida.
Otro ejemplo: fui al sur de vacaciones y me llevé una cañita light de bait, medium, de 5 pies porque me dijeron que había truchitas de menos de 1 kilo, pero había un viento de 80 km/h y mis señuelos caían a 2 m de mis pies: necesito una caña nueva, más larga y de spinning.
Ese tipo de hechos son los que me impulsan a agregar una caña a mis equipos. Lo importante, en mi caso al menos, es comprar en función de saber dónde y en qué condiciones se supone que se va a usar esa nueva caña. Entonces ya sé algunas características que debe tener mi nueva caña, más larga, más corta, más potente o más liviana.
Pero con eso solo no alcanza para decidir.

¿Cómo sé cuándo una caña es buena?

La vara y el armado general.
Primero que nada debemos comprender cómo funciona correctamente una caña de pescar. Y digo “correctamente” porque existen en el mercado muchas cañas que no están armadas de forma óptima. Esto que van a leer a continuación seguramente los inquietará y muchos de ustedes correrán a verificar si sus cañas están bien o mal armadas. Antes que cunda el pánico les digo que no es un tema para desesperar. Es decir, si su caña no está armada de la forma correcta, no significa que vaya a romperse ni nada por el estilo. Simplemente, para explicar el funcionamiento de la vara debo hacerlo señalando los parámetros de construcción óptimos, los cuales trataré de explicar a continuación.
La mayoría de las varas o blanks que se venden hoy día son de grafito de alta modulación, de ahí la sigla “HM” (high modulation) que aparece en la mayoría de las cañas. Si alguno no lo sabe, la vara no es maciza, es hueca, y lo más importante: por su método de fabricación no tiene la misma densidad en todas sus partes. Es decir, una vara no se fabrica como un caño de pvc, que se obtiene fundiendo plástico para lograr un tubo de igual densidad en toda su extensión. La vara, antes de ser ese palito largo y flexible, fue una especie de papel o lámina muy delgada de grafito de alta modulación: plana, muy fina y frágil. A esa lámina se la enrolla en caliente sobre un molde, una especie de lanza metálica, y con una serie de polímeros que aglutinan las capas superpuestas se obtiene la vara o blank, que luego se utilizará para la construcción de la caña.
Les dejo un video que muestra el método de fabricación para que dejen de imaginárselo y lo vean en la realidad.

https://www.youtube.com/watch?v=4_gSrVs8u2A

Sabiendo esto, podemos empezar a entender algunas cosas más de ese blank que es el alma de nuestra caña. Y aquí está el tema fundamental de la cosa. Por eso señalé que la densidad del material no es igual en toda la vara. Habrán notado también que dije que es como un papel que se enrolla. Si graficamos el corte de este proceso de construcción de la vara, veremos que lo que se forma es una especie de espiral de capas superpuestas de grafito, y aquí está el centro de la cuestión: siempre va a haber una zona de esa espiral donde hay más capas superpuestas que en la zona opuesta. Esta zona, donde hay más capas de material, es por lo tanto la de mayor densidad y también la de mayor resistencia, porque es la zona más gruesa del blank. Esa línea sobre la cual hay una capa más de material se llama espina de la vara y es muy importante ubicarla correctamente al armar la caña.

espina-canias
Si pensamos un momento, deduciremos que tanto para lanzar como para luchar con un pez la situación ideal es que esa espina quede hacia arriba, es decir que apunte al cielo ya que en esa posición la vara flexiona aprovechando el poder adicional de esa espina que es como la columna vertebral de la caña.
Ahora sí volvemos a las preguntas.

¿Por qué la espina hacia arriba?
Los motivos son varios y a la vez uno solo: la forma correcta de flexión. La caña se flexiona naturalmente con más facilidad hacia el lado donde hay menos densidad de material y justamente que flexione más suavemente hacia ese lado nos permite tener la parte más densa y poderosa de la vara con una menor flexión que la parte menos densa. La caña entonces se arruga, por decirlo así, un poco más donde hay menos material y se estira donde hay más material. Esa situación es también la ideal al momento de lanzar el señuelo, donde aprovechamos al máximo el poder de la espina de la vara para que escupa el señuelo más lejos, ya que es más densa y por ende levemente más rígida que el lado opuesto de la vara.
Lo correcto es entonces que en una caña de baitcast, por ejemplo, los pasahílos estén ubicados justo encima de la espina de la vara (hacia arriba), ya que ese este tipo de caña trabaja con los pasahílos hacia arriba, y en el caso de la de spinning es lo opuesto, lo correcto es ubicarlos en la zona donde hay menor densidad de material, la zona opuesta a la espina, para que queden hacia abajo. Entonces, y lo reitero, la espina debería ir siempre hacia arriba porque es en esa posición donde se aprovecha mejor la potencia y elasticidad de esa vara, al menos para pescar. Tal vez para los palos de golf la cosa sea diferente, pero para pescar lo ideal es esto.
Y dije “debería”, porque no todas las cañas están armadas de esta forma óptima. Puede pasar, y pasa, que la vara haya sido fabricada de forma defectuosa o que quien armó la caña no verificó la correcta posición de la espina al ubicar los pasahílos y el mango. Tal vez nunca lo hayan notado o tal vez sí, pero hay muchas cañas mal armadas en el mercado.

¿Es dramático que una caña esté mal armada? ¿La tiro a la basura?
A veces sí, a veces no. El defecto más claro que provoca un mal armado es la torsión de la vara al flexionarla en situación de pelea. Ojo: no confundan los términos flexión y torsión. Flexión es el movimiento normal de la caña que se produce al lanzar y al pelear con el pez. Torsión es en cambio cuando la vara se desalinea. Ese es el defecto no deseado que se produce cuando una caña no está bien armada.
Por ejemplo, en una caña de baitcast, cuando luchamos con un pez muy cerca del bote, es uno de los casos donde puede producirse la mayor flexión de la caña, y podremos llegar a observar que los pasahílos o la puntera de la caña se dan vuelta. Es decir que quedan hacia abajo, como en una de spinning. ¿Por qué? Porque la vara está armada con la espina en una posición inadecuada y entonces, al flexionarla, la espina se tuerce y provoca que la caña se desaliñe en una dirección que no es la esperada. Si está bien armada, los pasahílos siempre deben mantenerse en línea recta, por encima de la vara, aun ante la peor de las flexiones.

¿Pero es realmente un problema esto?
Cuando es un efecto no deseado y termina en la rotura de la caña obviamente hay un problema, pero no siempre es así.
A veces es un efecto deseado e inducido por el fabricante, que usa varas con la espina ya preparada de forma inclinada para producir el efecto de la torsión intencionalmente y así mejorar la posición de la línea en la pelea con el pez. El ejemplo de esto son las varas que se conocen como “spiral wrap” (que son muy específicas) y se usan para pesca de altura embarcado (jigging), donde la flexión se da siempre desde la borda de un barco y el pez lucha a una gran profundidad en sentido vertical. Verán en la imagen que esta varas se torsionan desde el segundo o tercer pasahílo y los mismos ya vienen colocados torcidos, siguiendo la posición de esa espina espiralada. No es un defecto en este caso, es el efecto buscado.

Una pequeña galeria de este tipo de cañas sin flexionar y flexionadas, para que se entienda el efecto buscado.

En una caña de spinning un mal armado pasa algo más desapercibido, se disimula con facilidad, ya que al estar los pasahílos hacia abajo, la línea cuelga de éstos y por eso mantiene la vara hacia abajo, aunque ésta tienda a torsionarse por estar mal armada. En cambio, en una caña de baitcast con la espina mal ubicada es muy común ver que la vara tiende a torsionarse hacia un lado y hasta llega a darse vuelta en los últimos pasahílos y la puntera. Eso sí es un defecto, un mal armado.
Insisto en lo que dije al principio: que no cunda el pánico, no significa que la caña vaya a romperse. Pero lo cierto es que esa caña no está trabajando de la forma ideal. Esa misma caña, bien armada, trabajaría mejor y tendría incluso algo más de potencia al castear y al clavar.

¿Cómo verifico si mi caña está bien armada?
Muy simple, con línea pasada a través de los pasahílos, la flexionamos en posición de pelea y observamos si la línea de los pasahílos se mantiene recta. Si se revira y se va hacia alguno de los lados, entonces tenemos un problemita.
Así que, de aquí en más, antes de comprar la caña, le pasamos un hilo y verificamos esto. En cañas de buena calidad, de marcas reconocidas, seguramente no encontraremos defectos de este tipo.
Pero, “puede fallar”, así que saberlo y verificarlo no viene mal.
Luego de verificar lo fundamental viene la “sintonía fina”. ¿Qué caña necesito?

¿Bait o Spinning?

Si bien esta elección es hoy día un tema de fanatismo más que una decisión en sí, cabe señalarla. Muchos señueleros se dividen en “spinningueros” y “baitcasteros” como si fuesen clubes rivales, cuando en realidad ambas modalidades tienen sus ventajas y contras.
A señuelos muy pequeños, viento, distancias largas, pesca veloz (marina), velocidad de recuperación alta, sin dudas el spinning tiene algunas ventajas. A precisión, potencia, robustez, control, el baitcasting se lleva los laureles.
Elijan con coherencia. Un buen pescador pesca con el equipo más eficaz, no con el que más le gusta.

¿Qué potencia necesito?

La potencia tiene relación directa con los peces que vamos a pescar, con la línea que vamos a utilizar y con los señuelos que emplearemos.
La potencia nominal de la vara o “libraje” es el número con barra con el que vienen en general marcadas las varas. Por ejemplo: “8/20 lbs” o “10/17 lbs” o “12/25lbs”. Ese libraje indica la tensión de rotura de la vara en el butt y en la punta. La cifra más pequeña es la tensión de la punta y la más grande la del butt.
Normalmente para los peces que pescamos en la Argentina, no se usan cañas de más de 25 lbs, ya que no todo el peso de la pelea lo resiste solamente la caña. También hay que señalar que la potencia es directamente proporcional al peso de la vara: más potente, más pesada. Por eso no hay que abusar de la potencia para las pescas que solemos hacer, pues son muy activas y terminan cansando de más si elegimos un equipo muy pesado.

¿Cuál elijo entonces?
Hay que pensar en el promedio de los peces que voy a pescar durante una jornada y elegir en función de ese promedio y no del caso extremo. Es decir que si salgo a pescar dorados en una zona donde el promedio es de 3 o 4 kilos, no tiene sentido cargar todo el día una caña de 25lbs por si aparece un dorado de dos cifras. Con una caña de 17 o 20 lbs pescaremos más cómodos y livianos y, si bien nos dará más trabajo, no vamos a perder el dorado del día por falta de potencia.

¿Esto significa que si estoy pescando con una caña de 8/20 lbs con un multifilamento de 30lbs y clavo un pez de 10kg (20lbs) la caña se va a romper porque es lo más débil del conjunto?
No. O no necesariamente.
Si al clavar al pez trabo el freno del reel, empiezo a recoger alocadamente y el pez (que aún tiene todas sus energías) pelea del otro lado, seguramente algo se romperá. Pero si trabajo bien la pieza, es decir, si no comprometo la parte más sensible de mi caña (la punta) manteniendo la caña en un ángulo seguro, sin levantarla cuando el pez se resiste o salta, si regulo el freno del reel para que ceda ante la pelea y espero un poco que el pez se desgaste, seguramente ganaré la pelea por cansancio, pero ganaré y con el equipo intacto.
Las partes del equipo tienen “fusibles” que tengo que conocer para saber aflojar cuando es necesario para que no se rompa algo.

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¿Qué acción?

La acción tiene que ver con la velocidad de reacción de la vara. En criollo, es concretamente el tiempo que tarda la vara en volver a la posición original luego del lanzamiento. Por eso los términos con los que se nombra la acción tiene que ver con la velocidad (fast, moderate, slow).
Las fast o rápidas son las cañas que vuelven más rápido a la posición original. Las slow o lentas (o parabólicas, como también se las llama) tardan más.
Tiene que ver con esto la porción de la vara que se flexiona al accionarla.

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Las fast se flexionan en una zona más chica, es decir que la mayoría de la vara se mantiene casi rígida, mientras sólo el tramo más fino, digamos el último tercio de la vara es lo que se flexiona.
En cambio las slow o parabólicas se flexionan casi en su totalidad, llegando algunas a doblarse hasta el mango.

¿Y para qué sirve la acción? ¿Qué ventajas o desventajas tengo con una u otra?
A la hora de la pelea, las cañas fast son más “clavadoras” que las moderadas porque son más rígidas. Cuanto más fast, más fácil la clavada. También son más cómodas para accionar señuelos de superficie o subsuperficie (poppers, paseantes, jerks) por transmitir mejor los movimientos cortos. En cambio, las moderadas amortiguan la vibración cuando trabajamos con cranks grandes y en profundidad.

¿Y con cuál voy a lanzar más lejos, fast o moderate?
En mi opinión, la distancia que se logra no tiene que ver con la acción de la vara sino con el “swing” del pescador (sí tiene que ver con el largo de la vara, pero eso lo charlaremos más adelante).
Decía entonces que tiene que ver con la manera de lanzar de cada pescador. Hay pescadores que lanzan con movimientos cortos y secos. Estos pescadores, en general, son los que prefieren las cañas fast. Una caña fast necesita un golpe seco para accionar, un brazo que describa un ángulo cerrado. En cambio otros lanzan de forma más relajada, más lenta, y casualmente son ésos los que prefieren las moderadas, porque aprovechan la mayor flexión de la caña para hacer un tiro más elástico. La caña moderate necesita un lanzamiento con más desarrollo, un brazo que describe un ángulo más abierto desde el principio al fin del casteo.
He visto pescadores con cañas muy similares en largo y en potencia, usando ambos señuelos de igual peso pero uno con caña moderada y el otro rápida, y la distancia que logran es la misma.
La decisión en este caso la determina la forma de tirar, el swing, de cada uno.
En mi opinión, éste es el más subjetivo de los parámetros. Puro gusto personal.

¿Qué longitud?

Este parámetro es el más funcional de todos. Aquí, concretamente, la decisión se basa en la comodidad de uso o la necesidad de alcanzar grandes distancias. La caña larga nos proporciona un brazo de palanca mayor para arrojar los señuelos más lejos con menor esfuerzo. En cambio la caña más corta, si bien nos quita algo de distancia, nos provee de más precisión y control en la dirección y objetivo del casteo, y de mayor comodidad a la hora de sortear obstáculos (árboles, plantas, pescadores cercanos, etc.). En escenarios complicados, con árboles alrededor, teniendo que hacer tiros precisos entre palos, es mejor la caña más corta. Las cañas largas en una embarcación chica complican las cosas; por el contrario, son buenas para pescas de costa, en zonas ventosas (la Patagonia), o pesca marina de costa, donde no hay que ser tan preciso sino obtener buenas distancias.

El armado y la cosmética.

Finalmente algunos detalles sobre el resto de los componentes de la caña: pasahílos, portareel y mango.

Pasahílos, ¿muchos o pocos? ¿Grandes o chicos?
Son fundamentales, pero también son el componente que debería pasar más desapercibido de la caña, porque le agregan peso directamente a la vara y alteran su acción. Por eso, cuanto más chicos, mejor, siempre que no frenen la salida de la línea al castear. Y cuantos menos sean, mejor también, pero tampoco deben faltar.
No hay muchas marcas en el mercado. La mejor es la japonesa que todos conocemos. Si son de esa marca, bien.
No hay demasiado misterio en la colocación, aunque es bueno señalar que una caña bien armada debería tener pasahílos colocados con la cantidad justa de hilo de empatillado y epoxi. No es bueno que el epoxi sobre, tampoco que falte: hay un punto exacto. Nunca mejor la frase: “lo justo y necesario”. Si sobra, agrega peso innecesario y modifica la acción de la vara. Si falta se vuelve crítico, sobre todo en el transporte de la caña, porque un golpe tonto puede arrancar un pasahílo mal empatillado o mal pegado.

¿Qué cantidad de pasahílos debe tener la caña?
En baitcast:
depende de la vara (largo y acción). En las de bait es muy importarte observar si al flexionarla (con la línea cargada) el hilo toca la vara. Si los pasahílos están correctamente colocados y en la cantidad necesaria, el hilo nunca debería tocar la vara. Si la toca, es posible que los pasahílos estén mal distribuidos o que incluso falte alguno.
En spinning: aquí el problema de que la línea toque la vara no ocurre, ya que al flexionar la caña la línea se aleja en lugar de acercarse a la vara y es por ello que generalmente también se las arma con una cantidad menor de pasahílos que a las de baitcast. Tampoco es bueno que tenga pocos pasahílos. A pesar de que no son necesarios tantos, hay que verificar que las guías acompañen la flexión natural de la vara, sin sobresaltos ni quiebres abruptos. En las de spinning hay que mirar que no se formen áreas o zonas grandes entre la vara y la línea al flexionarla. Si al flexionarla en alguna parte vemos que la vara se curva, la línea se aleja demasiado y se forma allí un espacio más grande que en el resto es porque en esa zona es probable que falte una guía o que estén mal distribuidas.

¿Y el mango?

El mango está constituido por el porta-reel y los grips que son de goma eva o corcho. La mayoría de las cañas están usando asientos para reels de la misma conocida marca japonesa que son perfectamente anatómicos y de buena calidad. Muchos de ellos dejan la vara al desnudo debajo de la montura del reel para tener sensibilidad directa sobre la vara en casos de piques difíciles. Pero usar componentes de calidad no garantiza que la caña tenga un buen mango.
En baitcast en los últimos años se han casi desterrado los fore-grip (el grip que va delante del reel) por ser innecesarios. Se han puesto de moda también los mangos “split”, donde el rear-grip (el grip que va detrás del reel) termina una decena de centímetros detrás del porta-reel dejando desnuda la vara hasta el “butt-cap” o grip de la base de la caña. En este “destape” que sufrieron las cañas (recordemos que antes era todo corcho del fore-grip al butt), se han perdido partes que eran innecesarias y cuya ausencia ayuda a alivianar el peso, pero a veces se abusa. ¡Ojo con el rear-grip en las cañas de bait! Ese rear-grip es donde la palma de la mano abraza la caña. Es donde se transmite la mayoría de la fuerza al lanzar y al pelear. Es fundamental. Y he visto muchos que son tan cortos que dejan media palma afuera del grip. No sería un problema si el grip se afinara gradualmente hacia la vara, pero en muchos casos no se afinan y cortan bruscamente, provocando que la mano apriete en ese “escalón” donde termina el grip y la vara queda expuesta. Luego de media hora pescando con un grip así, la mano empieza a molestar y la jornada termina concretamente con dolor en la palma, producto de ese mal apoyo que no está bien pensado. Quedará lindo, pero no es para nada cómodo.
En las de spinning, lo mismo, verificar que el mango este bien construido y que se adapte a la anatomía de la mano del usuario. Nuestra mano debe apretar en una superficie lo más lisa posible, si no, la mano termina cansada.
Verifiquen que el mango les resulte cómodo. Una caña incómoda de manipular es nuestro peor enemigo.
Corcho o goma eva, en mi opinión este tema es irrelevante, es sólo cuestión de gustos.

¿Qué color?

Sí, hay gente que elige también por el color. Y no está mal. Alguna particularidad, que realmente ignoro, podrá tener el color que ayude o complique la pesca. Ese hecho además demuestra que a fin de cuentas todo este tema es mayormente subjetivo, cada pescador compra lo que le gusta, para hacer lo que le gusta y por ello hay cañas para todos los gustos.
Lo importante es conocer todos estos parámetros, para no elegir a ciegas.

Ahora sí, compren sabiendo lo que compran. Si entienden mínimamente estas características fundamentales, no les van a vender cualquier caña, o al menos no les venderán una caña que no les sirva para lo que buscan pescar.
Ojalá que toda esta información les resulte útil.

Hasta la próxima.

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2 Respuestas

  1. Lean dice:

    Excelentes los conceptos vertidos. No sé si en alguna casa de pesca tienen la paciencia como para que uno mire todas estas cosas a al ahora de comprar una caña. Pero estoy seguro que hay que tomarse el tiempo para elegir la correcta. Si no, miren el manojo de cañas que tienen y con la mano en el corazón, juren que no usan siempre la misma!!! Eso es porque en el desconocimiento de estas cuestiones uno elige la que más cómoda le queda. Teniendo estas cosas en cuenta por lo menos uno sabe por qué usa la caña que usa. Este tipo de notas también es recomendable enviárselas a novias y a esposas que para día del padre, cumpleaños y navidades te regalan, con la mejor onda, un cañón de tres metros con un mango de 80cm grueso como un bate para que vayas a pescar taruchas a monte…
    Gracias por la data!!!!!
    Saludos
    Lean.

  2. Matias Llanos dice:

    que buena nota!!!!
    Gracias!