El Pibe del señuelo radioactivo

Esta historia pasa de boca en boca, en un grupo de amigos. El folklore, la camaradería, las jodas internas y las licencias poéticas la deforman y la exageran. La convierten en leyenda. Sin que nadie se dé por aludido ni se sienta ofendido, dejenme que les cuente mi historia de...

Las crónicas de Concordia:
La bicuda, el corralito y su vaca sagrada

La Zona en Concordia, tiene ese misticismo de lugar casi-sagrado de la pesca, hogar de dorados gigantes y numerosas historias de batallas ganadas y perdidas. Leyendas de ataques violentos a señuelos de superficie y peces comiéndose los unos con los otros, un lugar que convoca a pescadores de todas las...

Pescado rabioso

La salida que les narro a continuación, ocurrió en abril del 2011 y el relato quedó pendiente… Demasiadas pescas nos regaló la temporada 2010/11 como para andar escribiéndolas a todas… Pero ésta en especial, se lo merecía. Por eso, saldo la deuda y les cuento acerca de los Dorados rabiosos...

Chatos a señuelo

Sin saber nada de  la pesca de Lenguados,  con mi papá y un amigo fuimos  a un pesquero conocido, a pocos kilómetros del recreo San Gabriel, el puente Celpa. Carlos, nuestro amigo marplatense, llevó para el intento las brazoladas, la caña y la carnada necesaria.  Mi viejo de acompañante y...

Un sábado de locos

Es el segundo año consecutivo en que ocurre. En agosto, dias antes o quizás el mismo día en que las tarariras vuelven a la actividad.  Cuando el receso invernal ya no es más tolerado por estos individuos que empiezan a desesperar, este grupo de locos se reúne, convocado por la...

El Infalible

Estamos en un sitio de pescadores, con lo cual creer en un cien por ciento lo que se lee no es recomendable. Algún grado de mentira siempre hay en las palabras de un pescador. Por más que nos esforcemos por no mentir es invitable… Mentimos. Sin embargo, me atrevo a...

“Dejáme tirar a mi!!!”

Hacía unas semanas que el pique estaba asentado en el río, es un destino que me gusta mucho porque hay buenos peces y Pedro, mi hijo de 7 años, puedo hacer lances sin tanto miedo a que se queden los señuelos colgados de las ramas. En esta época del año...