¿Puedo jugar con la locura?

 (Pescando grandes dorados en superficie)

Can I Play with madness? ¿Puedo jugar con la locura? Esta canción de Maiden fue lo primero que vino a mi mente al momento de pensar en describir, o más bien en insinuar, qué se vive pescando dorados grandes en superficie en la represa de Salto Grande: ¡la locura! La locura misma que te domina y te lleva a ese lugar del que uno como pescador no quiere salir jamás, porque esa locura lo hace a uno sentirse más vivo que nunca.

A veces cuesta arrancar a escribir cuando lo que uno va a tratar de transmitir es, más que un hecho concreto, una emoción o una sensación completamente personal. Sucede que muchas veces uno no encuentra las palabras que realmente representen esas situaciones y vivencias que sólo se entienden cuando se las vive. La pesca con señuelos de superficie es para mí la más divertida, la más excitante, la más adrenalínica de todas las variantes de pesca con muñecos. Es sin dudas la expresión máxima de la pesca señuelera. Releyendo esta definición me doy cuenta porqué pescar dorados grandes en superficie me convierte en un loco enajenado, que no siente que los brazos se le parten de stickear poppers grandes a toda velocidad. Cuando uno ve semejante estallido en el agua, la piel se eriza, la adrenalina corre a mil por hora y la sangre fluye como nunca, la excitación llega a su grado máximo y te lleva al borde de la insania misma, un estado de emoción violenta incomparable y difícil de expresar, que sólo entenderán los que viven la pesca con pasión.

Hace unos días tuve la suerte de poder realizar esta pesca en la represa binacional de Salto Grande sobre el río Uruguay, invitado por Marcelo Hurtado, operador, y Aníbal Núñez de River Plate Anglers, que junto con COPESA operan el lugar desde el lado uruguayo. Retornando a Buenos Aires pensé que en vez de un relato o un relevamiento, sería mejor contar mi impresión de cómo abordar desde lo técnico esta pesca, sin pretender ser una Biblia de cómo pescar en “La Pared”, ya que mi experiencia es muy poca (dos salidas en las que pude pescar en superficie). Seguramente algunos datos que fui recogiendo le serán de ayuda a más de uno que piense en afrontar este desafío.

Los equipos

Como siempre, la elección del equipo va de la mano de la situación de pesca que tengamos que resolver, entonces veamos:

• Necesitamos arrojar señuelos generalmente pesados a una buena distancia.
• Necesitamos stickear señuelos grandes y muchas veces.
• Necesitamos tener un equipo no muy pesado (estoy refiriéndome al peso en gramos) que permita realizar la pesca cómodamente y no nos canse tan rápido.
• Necesitamos un multifilamento grueso que tolere roces con las piedras.
• Necesitamos poder para clavar y pelear pescados que pueden llegar a ser muy grandes.

Teniendo en cuenta estos parámetros, cada uno deberá elegir la caña, el reel y el multi que crea más conveniente. Mi elección: una caña de entre 6.6 y7 pies, entre 12-20 y 14-25 libras, un reel acorde, frontal o rotativo a gusto, y multi de 65 libras (tal vez un equipo más potente sería conveniente para dominar los peces en un lugar bastante áspero de piedras, pero nos cansaría muy rápido al tener que stickear todo el tiempo); además líderes de acero de60 libras, de unos30 cm, con buenos mosquetones y esmerillones, y ya estaríamos en condiciones de salir a la cancha.

Señuelos y Técnicas

¿Por qué juntos señuelos y técnicas? Porque están muy relacionados entre sí. Lo que noté en estas experiencias vividas es que resulta fundamental que el artificial dé un buen golpe al caer. La mayoría de los piques se producen en ese momento o en los primeros metros de trabajo. Los lugares que guardan los grandes dorados son enormes piedras que sobresalen en la superficie o se marcan bien en ella. El señuelo tiene que caer en las cercanías de estas piedras y producir el golpe. Cuando clavamos, hay que tratar de serenarse y no apurar los pescados, más bien tratar de guiarlos en su salida del pedregal. Esto último lamentablemente sólo se logra con el correr de los minutos, más bien de las horas, dado que es muy difícil no pasarse de rosca en los primeros momentos y recién con el correr de los pescados uno va bajando los cambios.

En cuanto a los tipos de muñeco, creo que los poppers son los más indicados, seguidos por los paseantes y las hélices, todos de gran tamaño. Y esto tiene una razón fundamental: el popper es el más ruidoso de los tres y el que se banca mejor trabajar con correntada y hasta con la superficie rizada. Igualmente hay que ir preparado para todo. En esta última oportunidad, la técnica que más me rindió fue traccionar el popper a toda velocidad, metiéndole cada tanto golpes que lo hicieran levantar más agua. Como los dorados estaban en plena cacería, el estímulo tenía que ser grande para que se decidieran a atacar. Otros señuelos muy efectivos son los twitchs y jerks de sub-superficie (los “taraditos”). El dorado no es un buen cazador en superficie: por la disposición de sus ojos ve muy mal para arriba y esto lo hace errar muchísimo; en ese caso, alguno de estos lures que trabajan apenas sumergidos facilitará que el dorado le acierte al señuelo, y también tendremos un pique visual.

Otro punto a tener en cuenta es la utilización de anzuelos y anillas de buena calidad para evitar pérdidas por debilidad de los mismos. Se trata de una guerra por demás violenta y lo que parece muy fuerte sucumbe rápido sin no es realmente bueno.

Un tip interesante con los poppers es agregarles, a los que cueste meterlos en el mosquetón del líder, una anilla de óptima calidad y muy resistente.

Algunas imágenes que ilustran lo que vengo relatando:

Voy finalizando y quiero repetir que esto más bien es una impresión, una reseña, fruto de mi corta experiencia en la zona. Espero volver y seguir enriqueciéndola.

En esta pesca en la represa hay que estar atentos, más que nunca, a todos los detalles: las grandes vacas no dan segundas oportunidades y cuando conectamos el que puede ser el pescado de nuestra vida, no podemos fallar. Si bien hay una cuota de fortuna, también las pequeñas minucias pueden ser decisivas a la hora de lograr esa foto que selle el momento para siempre.

Pescar dorados grandes en superficie, con toda esa locura que produce la explosión del agua en cada pique, es una experiencia visual que merece ser vivida. No creo que mis palabras hayan logrado transmitir ni un diez por ciento de lo que es. En la represa de Salto Grande, como en ningún otro lugar, se dan todas las condiciones para hacerla realidad.

El desafío está planteado, ahora la pregunta es: ¿Puedes jugar con la locura?

Texto: Guillermo Iván Spajic
Fotografías: Guillermo Iván Spajic, Sebastián Cabrera, Marcelo Hurtado, Hernán Abbamonte, Milton Gareca, Fernando Etcheverry

Bonus Track

En estos dias llego a mis manos este material, gentileza de German Cerrotti,
que me parece el complemento ideal para completar esta nota. Espero lo disfruten
tanto como yo…un poco de locura nunca viene mal